Sabina Orellana Tognarelli, tiene 22 años, es estudiante de Derecho y Actuación en la Pontificia Universidad Católica de Chile y Vocera de la CONFECH.
Desde la secundaria participó en espacios políticos, tales como centros de estudiantes, agrupaciones artísticas y colectivos feministas; en la universidad comenzó a militar en un movimiento político universitario, al cual llego porque la invitaron a ser parte de un proyecto teatral en memoria de una compañera de periodismo asesinada en dictadura estando embarazada, Diana Aron Svigilsky, ahí se acercó a la política y no la soltó más.
Desde muy pequeña tiene nociones que Chile es un país tremendamente injusto y que son los jóvenes quienes tienen que alzar la voz y encausar las demandas sociales, en 2018 desde el colegio participó de las movilizaciones feministas y se dio cuenta que hay muchas mujeres luchando por lo mismo y lo enraizado que el machismo está en los espacios educativos y en la sociedad en general.
Hoy en día su causa es cambiar la sociedad actual, a través de construir colectivo, tejido social y movimiento estudiantil.
Una de las mujeres que inspira su lucha es Julieta Kirkwood, ella consideraba que la práctica democrática era irrealizable sin la participación de la mujer afirmando que “no hay democracia sin feminismo”
Las voluntarias al conocer su historia destacan el alto grado de compromiso que tiene con el movimiento estudiantil y su convicción al representar las demandas de las mujeres de manera transversal. También destacan su motivación y pasión, para seguir abanderando la lucha del movimiento estudiantil como un dinamizador importante para la persistencia de la educación como derecho fundamental en nuestro país.
Dentro de los aprendizajes que esta lideresa deja a las voluntarias se encuentra el motivar a las mujeres a entender que son realmente protagonistas del cambio, la relevancia del movimiento estudiantil chileno como impulsor de transformaciones sociales y políticas, y que ser joven no es un limitante para ser una gran lideresa.