“NO ES HORA DE CALLAR”  

En el 2000 Jineth Bedoya era periodista del medio El Espectador, tenía 26 años y se caracterizaba por defender los derechos de las personas privadas de la libertad. 

El 25 de mayo de ese año fue citada a la cárcel La Modelo para realizar una entrevista al paramilitar Mario Jaimes Mejía, en el marco de una investigación sobre delitos ejecutados en la prisión. Sin embargo, mientras realizaba el trámite para el ingreso fue secuestrada y obligada a abordar un vehículo en el que la drogaron para violentarla físicamente y sexualmente. 16 horas después de su desaparición forzada fue encontrada al borde de la muerte en las afueras de Bogotá.  

De ese modo, con una alianza entre funcionarios del Estado y grupos armados, pretendieron callarla. Días después del secuestro Jineth denunció públicamente los hechos sufridos, no obstante, los medios solo difundieron la noticia de su desaparición forzada, omitiendo los hechos de violencia sexual. 

En 2009 reivindicó su existencia como víctima de violación, secuestro y tortura e inició su campaña NO ES HORA DE CALLAR, esto con el fin de buscar reparación, verdad y construir memoria junto a los testimonios de otras mujeres violentadas en el marco del conflicto armado. 

La periodista demandó al Estado colombiano en la Corte IDH por no protegerla, aunque solicitó acompañamiento, debido a un atentado sufrido en 1999, y porque fue revictimizada múltiples veces en el proceso judicial. En consecuencia, en 2021 el alto tribunal americano de derechos humanos encontró “indicios graves y concordantes” de la participación estatal en las agresiones de Jineth. 

“La violencia sexual en el marco del conflicto armado en Colombia, alcanza una impunidad del 98% ya que solo el 2% de las víctimas logra llevar sus casos ante un tribunal judicial, como fue el caso de Jineth Bedoya quien logró que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenara al Estado colombiano por la complicidad de funcionarios estatales en este caso” CENTRO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA, 2022.